miércoles, 24 de agosto de 2011

Pirineos 2011

La semana pirenaica de este año estuvo pasada por agua, o mejor dicho, por nubes. Aunque no llovió en exceso, las grandes nieblas hicieron acto de presencia casi todas las jornadas. Tampoco faltó el sol pero hay que reconocer que el lado francés, siempre mirando al norte, tiene más posibilidades de verse invadido por estos algodones blancos de agua.

La zona visitada este año fue el valle de Louron, un valle con grandes desniveles a su alrededor, con horas y horas de subidas verticales, verdes bosques y caudalosos torrentes.

Fotográficamente hablando creo que no fue tan espectacular como la del año pasado. El valle de Gavarnie y su entorno hizo que mi primera semana pirenaica con este grupo de montaña fuese espectacular. Además, en aquella ocasión hizo muy buen tiempo y las pocas tormentas que cayeron lo hicieron una vez terminadas las rutas.


Uno de los momentos más especiales de este año surgió el segundo día, cuando después de caminar varias horas mojándonos entre la espesa niebla ésta comenzaba a jugar abriéndose y cerrándose para dejar paso a la cascada que teníamos cercana o el bosque que estabamos a punto de cruzar. La niebla todavía hacía acto de presencia entre los troncos boscosos y las posibilidades fotográficas aumentaron de repente despertándome definitivamente las ganas de fotografiar. Troncos entre la niebla, helechos húmedos y nubes danzantes, fueron mis primeras imágenes, casi unos patrones que se repitieron los siguientes días.

Sin embargo, los motivos interesantes han escaseado en general. Los alrededores del refugio de Germ, donde pernoctaríamos toda la semana, no me ofrecieron tampoco nada interesante asi que, salvo un intento de captar nubes en movimiento durante uno de los amaneceres, no utilicé el trípode para esa fotografía pausada que tanto disfruto.



Cuando salía el sol lo hacía casi totalmente, desapareciendo esas nubes que logran completar tan extraordinariamente los encuadres. Disparé poco con esa luz aplastante y utilicé el polarizador en muy contadas ocasiones.

Destaco el interés que durante toda la semana hemos mostrado algunos por descubrir o conocer nuevas especies de flores. Era un placer ver a algunas compañeras esmerarse por conseguir una imagen aquí y otra allá, de estas flores pirenaicas. Pudimos disfrutar de la flor de lis, tan dificil de ver, atravesar un hermosísimo campo cubierto completamente de gencianas y memorizar nombres tan de actualidad como la "digital".

Aunque no hay mucho tiempo para fotografiar por imposiciones de las rutas y el ritmo del grupo siempre hay lugar para alguna composición interesante o un encuadre para volver. La montaña es mi gran lugar pendiente en fotografía. Para fotografiar bien en ella se requiere de tiempo y paciencia, cosas no demasiado compatibles cuando se va con mucha gente.


¡Será cuestión de visitarla con tranquilidad y deleite fotográfico!

1 comentario:

  1. Y es que tus fotos siguen dejandome sin palabras... Que conste que me acuerdo de ti cada vez que enciendo el ordenador y veo "mi" (tú) foto llenando el escritorio...

    Besitos de agua!

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